3 síntomas que me pueden hacer pensar que tengo una tendinitis
08/06/2018Me duele la mandíbula, (pero aún no lo se)
22/06/2018El tratamiento de las lesiones de los tendones ha sido durante mucho tiempo una dura batalla para los profesionales. Afortunadamente a día de hoy sabemos mucho más acerca de los tendones. Una de las lecciones más importantes que nos ha enseñado la ciencia es que el reposo es el MAYOR enemigo a la hora de enfrentarte a una lesión del tendón. Como hemos señalado en entradas anteriores, el tendón es un tejido vivo en constantes procesos de adaptación. Si un tendón se ha lesionado porque hemos sobrepasado su capacidad de resistir un cierto ejercicio a una cierta intensidad, el reposo va a hacer que ese tendón se “adapte” al reposo y en un breve corto de plazo va a tener aún menos capacidad de resistencia de la que tenía antes de la lesión. Este detalle crea el caldo de cultivo perfecto para que esa lesión no termine nunca de recuperarse y esté dándonos la lata de manera continuada. Si has tenido un problema de tendón, seguro que esas recaídas te suenan. No te asustes si acudes a un fisio con una lesión en el tendón y te pone enseguida a realizar ejercicio, al contrario, muy probablemente estés en buenas manos.
De este modo, el tratamiento general de una tendinopatía debe tener los siguientes puntos:
- Estudio de factores de riesgo: por su incidencia como causas o como factores a controlar durante el tratamiento, por ejemplo; un mal gesto en el trabajo, o en el deporte, un calzado inadecuado, un problema en la pisada, otra lesión…
- Recuperación de la fuerza muscular: un músculo con una fuerza correcta tiene la capacidad de “proteger” al tendón con el que se relaciona. En la mayoría de los casos coincide la existencia de una tendinopatía con la debilidad del músculo de ese tendón.
- Reparación del tejido que forma el tendón: sobretodo en las patologías que ya demuestran una cierta degeneración. La mejor manera de estimular el colágeno del tendón es con el movimiento activo, es decir, con EJERCICIO. Ten paciencia, el proceso no es rápido, pero si se tiene constancia, se consigue. En algunos casos concretos, se pueden usar técnicas invasivas de electroterapia como la electrólisis que nos va a ayudar a “limpiar” las sustancias responsables del dolor en las zonas en las que estas sustancias se acumulan. La reducción de dolor implicará un aumento de tu funcionalidad.
- Control del dolor: la fisioterapia se puede servir de otras técnicas que no van a contribuir a la curación de tu lesión, pero sí te van a ayudar a llevar mejor el proceso porque su única finalidad es producir analgesia. Éstas técnicas pueden ser masaje (no en el tendón, si no en la musculatura), vendajes y ejercicios neurodinámicos (movilización de los nervios periféricos).
Si quieres saber si tu fisioterapeuta está haciendo un buen tratamiento para tu tendón, piensa las 5 preguntas siguientes.
- ¿Te ha hecho muchas preguntas para entender cómo ha aparecido tu dolor?
- ¿Te ha hecho una exploración completa para ver los gestos que te molestan?
- ¿Te ha dicho que abandones el reposo?
- ¿Te ha prescrito un programa de ejercicios?
- ¿Ha diseñado el plan de ejercicios teniendo en cuenta tus características individuales (personales, lesión, objetivos)?
Si la respuesta son 5 síes, entonces estás en buenas manos.