Me duele la mandíbula, (pero aún no lo se)
22/06/2018Síndrome femoropat… vamos, que me duele la rodilla
06/07/2018Es posible que ese dolor que tienes tenga origen en la Articulación témporo-mandibular (ATM). Son muchos los factores(desplazamientos del disco, bloqueo articular, dolor orofacial, procesos degenerativos, etc.) que pueden estar involucrados en los trastornos la ATM. Por este motivo, lo primero es realizar una correcta historia clínica y un completo examen físico por parte del fisioterapeuta. Una de las cosas a valorar será la apertura máxima de la boca (un valor inferior a 40mm se considera restricción), también la palpación en la articulación para percibir sonidos articulares y dolor mientras se realizan movimientos de mandíbula. Las pruebas de imagen como la resonancia magnética donde se observa posibles problemas en el tejido blando y la relación entre el disco y la articulación, la tomografía computarizada para observar el hueso y radiografías panorámicas, entre otras, permiten ayudar a identificar cambios en la estructura tanto ósea como del tejido blando y a mejorar el diagnóstico de fisioterapia.
…Vale, llego a la conclusión de que mi problema viene por la mandíbula… ¿Y AHORA QUÉ?…
Existen varias modalidades en el tratamiento. Los objetivos tendrán que ver con la clínica del paciente, pero los más habituales suelen ser mejorar el rango de movimiento, disminuir el dolor e inflamación y frenar los cambios degenerativos.
Desde la fisioterapia y a través de la terapia manual, existe un amplio abanico de técnicas, por ejemplo, de movilización, tanto locales (en la propia articulación) como periféricas (columna cervical) que favorecen un aumento en el rango de movimiento y la reducción del dolor. Éstas técnicas se basan en movimientos repetidos de tracción o deslizamientos consiguiendo un aumento del rango de movilidad de la articulacion a la vez que se reduce el dolor. Estas técnicas mejoran si se complementan con ejercicio terapéutico a través de la reeducación y fortalecimiento muscular, muy eficaz en pacientes con asimetrías, rango limitado o dolor muscular, lo que permite recuperar un buen trabajo muscular a través del ejercicio progresivo activo y de relajación.
Es importante resaltar que los trastornos témporo-mandibulares son de origen multifactorial y por tanto, además de la parte física del tratamiento (movilizaciones, ejercicio, etc.) también hay que tratar la parte de la educación al paciente, para que tenga conciencia de lo que es su dolor y por qué se produce y así, identificar los factores de riesgo para poder corregirlos (por ejemplo evitar masticar chicles, prestar atención a las posturas del cuello o a cambios en la mordida).